Trazar una buena Estrategia de Marketing Online

Que Internet ha cambiado nuestra vida y, sobretodo, nuestra forma de relacionarnos, es un hecho indudable. La evolución que hemos sufrido hacia un mundo interconectado, gracias al boom de la Web 2.0, donde los usuarios se volcaron en los diferentes medios sociales, para comunicar, compartir, difundir, criticar, etc, etc… todo tipo de cosas, hizo que las empresas tuvieran que adaptar su estrategia de marketing online. Las circunstancias requerían cambiar su forma de comunicarse.

La consolidación del fenómeno denominado, Web 2.0, término que fue acuñado por primera vez en 2004 por Tim O’Reilly, para referirse a “una nueva generación de la historia de la Web, basada en comunidades de usuarios y una gama especial de servicios, como las redes sociales, los blogs, foros, etc…que fomentan la colaboración y el intercambio ágil de información entre los usuarios” le dio un impulso importantísimo al marketing online. A las empresas se les abrían nuevos caminos para llegar a sus clientes de forma muy personalizada, una oportunidad que las agencias de marketing no querían dejar pasar.

Una estrategia de marketing online, es una estrategia de canal que se nutre del conocimiento del comportamiento de los consumidores en la red, así como de las características del mercado en el que desarrollamos nuestra actividad online. Básicamente, sirve para ayudar a las empresas a conseguir más clientes y por tanto, más ventas, a través de la creación de unas herramientas que fomenten la creación de una audiencia activa en la red.

Las empresas tienen que estar presentes en todos los canales donde puedan estar sus clientes. Es imprescindible diseñar estrategias multicanal para llegar con mayor acierto a los potenciales clientes.

Una estrategia de marketing online puede perseguir diversos objetivos, establecer una clasificación no es algo sencillo, pero a grandes rasgos, las 4 tipologías de estrategia serían:

1. Estrategia de marca (Branding). Su objetivo primordial es dinamizar la identidad de marca, aumentando su notoriedad y consiguiendo un cambio en la percepción del consumidor sobre la marca.

2. Estrategia de generación de tráfico. Hoy en día, con tener una buena web, no basta. La competencia en los buscadores es muy dura. Es vital generar tráfico cualificado para la web. Y para ello es imprescindible tener el contenido de tu web bien estructurado. Aquí es dónde recurriríamos a las técnicas de SEO* y SEM*.

3. Estrategia de generación de oportunidades de negocio. Lo primero es identificar a los clientes potenciales y definir sus necesidades. A partir de ahí, se establece una conexión con ellos, ya sea a través de correo electrónico, una llamada de teléfono, etc, etc. Puede que no compren esta vez, pero ya están en tu BBDD.

4. Estrategia basada en la conversión a ventas. Ésta tiene por objetivo que cada visita a nuestra web derive a corto plazo en una venta. Para lograrlo, es importante tener claro que es imprescindible diseñar la página de modo que sea lo mas usable y más intuitiva posible. La respuesta de la página influye mucho, es decir, la velocidad de carga, ha de ser una página eficaz y veloz. El proceso de compra ha de ser lo más ágil para que la experiencia de usuario sea positiva y el cliente decida impulsivamente comprar.

Antes de empezar a desarrollar una estrategia de marketing online, es conveniente realizar una investigación exhaustiva del producto o servicio que vamos a ofrecer, en la que: 1-Definamos los objetivos de negocio. 2-Decidamos las métricas adecuadas para cada uno de los objetivos. 3-Analicemos los costes, los beneficios, así como las diferentes posibilidades que existen. 4-Le demos seguimiento a los resultados para comprobar que se cumplen los objetivos.

En All In Agency, nos gusta empezar la casa por los cimientos. Realizamos una auditoría web a tu página y vemos como podemos optimizarla. A partir de ahí, nuestra recomendación es concentrar esfuerzos, y no dispersarlos. Una estrategia de marketing online que ofrece muy buenos resultados a medio-largo plazo, es optar por una estrategia de posicionamiento. En este punto, cabe  decir que existen dos tipos de posicionamiento:

*El posicionamiento natural (SEO) son una serie de técnicas de programación que sirven para adecuar el código de programación de una web a los parámetros que exige Google, en cuanto criterios de relevancia, indexabilidad y usabilidad, se refiere.

*El posicionamiento pagado (SEM) es una solución para empresas que necesitan resultados más a corto plazo. Mediante un sistema de pujas, se establece un precio variable a las diferentes posiciones de los resultados de búsqueda de un buscador. Quién más alto puje, más arriba estará, y por lo tanto, mayores visitas obtendrá, lo que se traducirá, en mayor volumen de negocio.

En la actualidad, la estrategia de marketing online que más está creciendo, es la que se centra en el marketing de contenidos. Es vital encontrar contenido relevante que aporte un valor importante a las personas que estén expuestas a él, puesto que será ésta interacción, lo que hará que dicha información fluya o no, de forma natural de unas personas a otras. Dándole mayor notoriedad a tu marca.

Lo primero que hay que definir, dentro de una estrategia de marketing online orientada al contenido, es precisamente, determinar cómo se difundirá dicho contenido, es decir, si será a través de un blog, un artículo, un vídeo, una infografía o cualquiera de las otras diferentes posibilidades.

Conscientes del potencial del contenido, las marcas han cambiado su forma de comunicarse, adaptando su estrategia de marketing online a ésta nueva tendencia, con lo que han pasado a tener un papel mucho más importante y relevante para los consumidores, puesto que se han erigido en auténticos editores de contenido. El peligro está, en que algunas no lo han sabido gestionar bien, y se han creído que la clave estaba en publicar y publicar, cuando la verdadera clave, es publicar sólo cosas que aporten valor. Las marcas tienen que darse cuenta de una vez por todas, de lo imprescindible que resulta diseñar un plan de contenidos que alinee contenidos y estrategia, y que guíe al consumidor en su acercamiento a la marca, en la que, si las cosas se hacen bien, podemos hacer de un consumidor un fan. Algo que no tiene precio.